FICHA 1
“Por mi parte, confío en que la solicitud pastoral de los obispos de América Latina lleva a todas las Iglesias particulares del continente a un renovado compromiso para la nueva evangelización, la promoción humana y la cultura cristiana.
Que Jesucristo, nuestro Señor, evangelizador y salvador, sea hoy, como ayer y como siempre, el centro de la vida de la Iglesia.
Que la Virgen Sma, la cual estuvo siempre al lado de su Divino Hijo, acompañe a los pastores y fieles en su peregrinación hacia el Señor.”
(Palabras de S.S. Juan Pablo II desde Roma) (p. 10)
FICHA 2
“Animados por el Espíritu Santo nos disponemos a impulsar con nuevo ardor una nueva evangelización, que se proyecte en un mayor compromiso por la promoción integral del hombre e impregne con la luz del evangelio las culturas de los pueblos latinoamericanos.” (p. 11)
FICHA 3
“El es la imagen de Dios invisible, primogénito de toda criatura en quien fueron creadas todas las cosas. El sostiene la creación, hacia él convergen todos los caminos del hombre, es el Señor de los tiempos. En medio de las dificultades y las cruces queremos seguir siendo en nuestro continente testigos del amor de Dios y profetas de aquella esperanza que no falla. Queremos iniciar “una nueva era bajo el signo de la esperanza”
(del Discurso Inaugural de Juan Pablo II) (p. 12-13)
FICHA 4
“Bendecimos a Dios que en su amor misericordioso “envió a su Hijo, nacido de mujer”, para salvar a todos los hombres. Así Jesucristo se hizo uno de nosotros: Ungido por el Espíritu Santo proclama la plenitud de los tiempos la Buena Nueva diciendo: “El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca. Convertíos y creed en el Evangelio. Este Reino inaugurado por Jesús nos revela primeramente el propio Dios como “un Padre amoroso y lleno de compasión, que llama a todos, hombres y mujeres, a ingresar en él.” (p. 11)
FICHA 5
“La entrada en el reino de Dios de realiza mediante la fe en la palabra de Jesús, sellada por el bautismo, atestiguada en el seguimiento, en el compartir su vida, su muerte y resurrección. Esto exige una profunda conversión, una ruptura con toda forma de egoísmo en un mundo marcado por el pecado; es decir, una adhesión al anuncio de las bienaventuranzas.
El misterio del Reino, escondido durante siglos y generaciones en Dios y presente en la vida y las palabras de Jesús, identificado con su persona, es don del Padre y consiste en la comunión, gratuitamente ofrecida, del ser humano con Dios, comenzando en esta vida y teniendo su realización plena en la eternidad.
El amor de Dios se atestigua en el amor fraterno, del cual no puede separarse: “Si nos amamos los unos a los otros, Dios permanece en nosotros y su amor ha llegado en nosotros a su plenitud”. “Por tanto, la naturaleza del Reino es la comunión de todos los seres humanos entre sí y con Dios”.”
(p. 14)
FICHA 6
“Antes de su ida al Padre, “Jesús instituyó el sacramento de su amor, la eucaristía, memorial de su sacrificio. Así permanece el Señor en medio de su pueblo para alimentarlo con su Cuerpo y con su Sangre, fortaleciendo y expresando la comunión y la solidaridad que debe reinar entre los cristianos, mientras peregrinan por los caminos de la tierra con la esperanza del encuentro pleno con él. Víctima sin mancha ofrecida a Dios, Jesús es igualmente el sacerdote que quita el pecado con una única ofrenda. (p. 15)
FICHA 7
“...hoy hacemos nuestras las palabras de Pablo VI que al empezar nuestros trabajos nos recordaba Juan Pablo II: “¡Cristo! Cristo nuestro principio. Cristo nuestra vida y nuestro guía. Cristo, nuestra esperanza y nuestro término...Que no se cierna sobre esta asamblea otra luz que no sea la de Cristo, luz del mundo, Que ninguna otra verdad atraiga nuestra mente fuera de las palabras del Señor, único Maestro. Que no tengamos otra aspiración que la de serles absolutamente fieles. Que ninguna otra esperanza nos sostenga, si no es aquella que, mediante su palabra, conforta nuestra debilidad.” (p. 16)
FICHA 8
“Identificados con Cristo que vive en cada uno y conducidos por el Espíritu Santo, los hijos de Dios reciben en su corazón la ley del amor. De esta manera pueden responder a la exigencia de ser perfectos como el Padre que está en el cielo, siguiendo a Jesucristo y cargando la propia cruz cada día hasta dar la vida por él.” (p. 17-18)
FICHA 9
“Peregrina en este continente, está presente y se realiza como comunidad de hermanos bajo la conducción de los obispos. Fieles y pastores, congregados por el Espíritu Santo en torno a la palabra de Dios y a la mesa de la eucaristía, son a su vez enviados a proclamar el evangelio, anunciando a Jesucristo y dando testimonio de amor fraterno.
La Iglesia peregrinante es, por naturaleza, misionera, puesto que toma su origen de la misión del Hijo y de la misión del Espíritu Santo, según el designio de Dios Padre. La evangelización es su razón de ser; existe para evangelizar. Para América Latina, providencialmente animada con un nuevo ardor evangélico, ha llegado la hora de llevar su fe a los pueblos que aún no conocen a Cristo, en la certeza confiada de que “la fe se fortalece dándola”.
La Iglesia quiere realizar en estos tiempos una nueva evangelización que transmita, consolide y madure en nuestros pueblos la fe en Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo. Esta evangelización “debe contener siempre –como base, como centro y a la vez culmen de su dinamismo- una clara proclamación de que en Jesucristo, hijo de Dios hecho hombre, muerto y resucitado, se ofrece la salvación a todos los hombres, como don de la gracia y de la misericordia deDios.” (p. 18-19)
FICHA 10
“En América Latina, continente religioso y sufrido, urge una nueva evangelización que proclame sin equívocos el evangelio de la justicia, del amor y de la misericordia.
Sabemos que, en virtud de la encarnación, Cristo se ha unido en cierto modo a todo hombre. Es la perfecta revelación del hombre al propio hombre y el que descubre la sublimidad de su vocación. Jesucristo se inserta en el corazón de la humanidad e invita a todas las culturas a dejarse llevar por su espíritu hacia la plenitud, elevando en ellas lo que es bueno y purificando lo que se encuentra marcado por el pecado...Es una labor que se realiza en el proyecto de cada pueblo, fortaleciendo su identidad y liberándolo de los poderes de la muerte. Por eso podemos anunciar con confianza: hombres y mujeres de Latinoamérica ¡abrid los corazones a Jesucristo. El es el camino, la verdad y la vida, quien le sigue no anda en tinieblas! (p. 20)
FICHA 11
“15. Confirmando la fe de nuestro pueblo queremos proclamar que la Virgen María, madre de Cristo y de la Iglesia, es la primera redimida y la primera creyente. María, mujer de fe, ha sido plenamente evangelizada, es la más perfecta discípula y evangelizadora. Es el modelo de todos los discípulos y evangelizadores por su testimonio de oración, de escucha de la palabra de Dios y de pronta y fiel disponibilidad al servicio del reino de la cruz. Su figura maternal fue decisiva para que los hombres y mujeres de América Latina se reconocieran en su dignidad de hijos de Dios. María es el sello distintivo de la cultura de nuestro continente. Madre y educadora del naciente pueblo latinoamericano, en Santa María de Guadalupe, a través del beato (Santo) Juan Diego, se “ofrece un gran ejemplo de evangelización perfectamente inculturada. Nos ha precedido en la peregrinación de la fe y en el camino a la gloria, y acompaña a nuestros pueblos que la invocan con amor hasta que nos encontremos definitivamente con su Hijo. Con alegría y agradecimiento acogemos el don inmenso de su maternidad, su ternura y protección, y aspiramos a amarla del mismo modo como Jesucristo la amó. Por eso la invocamos como estrella de la primera y de la nueva evangelización.” (p. 21)
FICHA 12
“La historia nos muestra que se llevó a cabo una válida, fecunda y admirable obra evangelizadora y que, mediante ella, se abrió camino detal modo en América la verdad sobre Dios y sobre el hombre que, de hecho, la evangelización misma constituye una especie de tribunal de acusación para los responsables de aquellos abusos (de colonizadores a veces sin escrúpulos).” (p. 23)
FICHA 13
“A partir de la nueva evangelización, elemento englobante o idea central que ha iluminado nuestra Conferencia, entenderemos en su verdadera dimensión la promoción humana, respuesta a la delicada y difícil situación en la que se encuentran los países latinoamericanos, y enfocaremos el desafío del diálogo entre el evangelio y los distintos elementos que conforman nuestras culturas para purificarla y perfeccionarlas desde dentro, con la enseñanza y el ejemplo de Jesús, hasta llegar a una cultura cristiana.
Toda evangelización parte del mandato de Cristo a sus apóstoles y sucesores, se desarrolla en la comunidad de los bautizados, en el seno de comunidades vivas que comparten su fe, y se orienta a fortalecer la vida de adopción filial en Cristo, que se expresa principalmente en el amor fraterno.
Después de preguntarnos qué es la nueva evangelización podremos comprender mejor que ella tiene su punto de partida en la Iglesia, en la fuerza del Espíritu, en continuo proceso de conversión, que busca testimoniar la unidad dentro de la diversidad de ministerios y carismas y que vive intensamente su compromiso misionero. Sólo una Iglesia evangelizada es capaz de evangelizar.” (p. 28)
FICHA 14
“Hablar de nueva evangelización, como lo advirtió el para en el discurso inaugural de esta IV Conferencia, no significa proponer un nuevo evangelio, diferente del primero,; hay un solo y único evangelio del cual se puede sacar luces nuevas para los problemas nuevos.” (p. 29)
FICHA 15
“El sujeto de la nueva evangelización es toda la comunidad eclesial según su propia naturaleza; nosotros los obispos, en comunión con el Papa, nuestros presbíteros y diáconos, los religiosos y religiosas y todos los hombres y mujeres que constituimos el pueblo de Dios.
La nueva evangelización tiene como finalidad formar hombres y comunidades maduras en la fe y dar respuesta a la nueva situación que vivimos, provocada por los cambios sociales y culturales de la modernidad. Ha de tener en cuenta la urbanización, la pobreza y la marginación. Nuestra situación está marcada por el materialismo, la cultura de muerte, la invasión de sectas y propuestas religiosas de distintos orígenes.
Esta situación nueva trae consigo también nuevos valores, el ansia de solidaridad, de justicia, la búsqueda religiosa y la superación de ideologías totalizantes.” (p. 31)
FICHA 16
“La nueva evangelización tiene la tarea de suscitar la adhesión personal a Jesucristo y a la Iglesia de tantos hombres y mujeres bautizados que viven sin energía el cristianismo, han perdido el sentido vivo de la fe o incluso no se reconocen ya como miembros de la Iglesia, llevando una existencia alejada de Cristo y de su evangelio.
El contenido de la nueva evangelización es Jesucristo, evangelio del Padre, que anunció con gestos y palabras que Dios es misericordioso con todas sus criaturas, que ama al hombre con un amor sin límites y que ha querido entrar en su historia por medio de Jesucristo, muerto y resucitado por nosotros, para liberarnos del pecado y de todas sus consecuencias y para hacernos partícipes de su vida divina. En Cristo todo adquiere sentido. El rompe el horizonte estrecho en que el secularismo encierra al hombre, le devuelve su verdad y dignidad de hijo de Dios y no permite que ninguna realidad temporal, ni los estados ni la economía ni la técnica se conviertan para los hombres en la realidad última a la que deban someterse. Dicho con otras palabras de Pablo VI, evangelizar es anunciar el hombre, la doctrina, la vida, las promesas, el Reino, el misterio de Jesús de Nazaret, hijo de Dios.
Esta evangelización tendrá fuerza renovadora en la fidelidad a la palabra de Dios, su lugar de acogida en la comunidad eclesial, su aliento creador en el Espíritu Santo, que crea en la unidad y en la diversidad, alimenta la riqueza carismática y ministerial y se proyecta al mundo mediante el compromiso misionero.” (p. 31-32)
FICHA 17
“29. Nueva en sus métodos. Nuevas situaciones exigen nuevos caminos para la evangelización. El testimonio y el encuentro personal, la presencia del cristiano en todo lo humano, así como la confianza en el anuncio salvador de Jesús (kerigma) y en la actividad del Espíritu Santo, no pueden faltar.
Se ha de emplear, bajo la acción del Espíritu Santo creador, la imaginación y creatividad para que de manera pedagógica y convincente el evangelio llegue a todos.” (p. 32. 33)
FICHA 18
“Estos son los hombres y mujeres nuevos que América Latina y el Caribe necesitan: los que han escuchado con corazón bueno y recto la llamada a la conversión y han renacido por el Espíritu Santo según la imagen perfecta de Dios, que llaman a Dios “Padre” y expresan su amor por El en el reconocimiento de sus hermanos, que son bienaventurados porque participan de la alegría del reino de lo cielos, que son libres con la libertad que da la Verdad y solidarios con todos los hombres, especialmente con los que más sufren. La Iglesia ha alcanzado en la Sma Virgen la perfección en virtud de la cual no tiene mancha ni arruga. La santidad “es la clave del ardor renovado de la nueva evangelización.” (p. 34-35)
FICHA 19
“
Este ministerio profético de la Iglesia comprende también la catequesis que, actualizando incesantemente la revelación amorosa de Dios manifestada en Jesucristo, lleva la fe inicial a su madurez y educa al verdadero discípulo de Jesucristo. Ella debe nutrirse de la palabra leída e interpretada en la Iglesia y celebrada en la comunidad para que al escudriñar el misterio de Cristo ayude a presentarlo como Buena Nueva en las situaciones históricas de nuestros pueblos.” (p. 38)
FICHA 20
“El testimonio de vida cristiana es la primera e insustituible forma de evangelización, como lo hizo presente vigorosamente Jesús en varias ocasiones y lo enseñaron los apóstoles.” (p. 36=37)
FICHA 21
“Así como la celebración de Ultima Cena está esencialmente unida a la vida y al sacrificio de Cristo en la Cruz y lo hace cotidianamente presente por la salvación de todos los hombres, así también, los que alaban a Dios reunidos en torno al Cordero son los que muestran en sus vidas los signos testimoniales de la entrega a Jesús. Por eso el culto cristiano debe expresar la doble vertiente de la obediencia al Padre (glorificación) y de la caridad con los hermanos (redención), pues la gloria de Dios es que el hombre viva. Con lo cual lejos de alienar a los hombres los libera y los hace hermanos.” (p. 37)
FICHA 22
“48. Una tal evangelización de Cristo y de su vida divina en nosotros debe mostrar la exigencia ineludible de acomodar la conducta al modelo que él nos ofrece. La coherencia de la vida de los cristianos con su fe es condición de la eficacia de la nueva evangelización. Para eso es necesario conocer bien las situaciones concretas vividas por el hombre contemporáneo para ofrecerle la fe como elemento iluminador. Esto supone también una clara predicación de la moral cristiana que abarque tanto la conducta personal y familiar como la social. La práctica de pequeñas comunidades pastoralmente bien asistidas constituye un buen medio para aprender a vivir la fe en estrecha comunión con la vida y con proyección misionera. En este campo es muy significativa también la aportación de los movimientos apostólicos.” (p. 43-44)
FICHA 23
“Si los pastores no nos empeñamos fondo en acompañar las expresiones de nuestra religiosidad popular purificándolas y abriéndolas a nuevas situaciones, el secularismo se impondrá más fuertemente en nuestro pueblo latinoamericano y será más difícil la inculturación del evangelio.” (p. 46)
FICHA 24
“54. Que todos sean uno. Como Tú, Padre, en mí y yo en tí, que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado. Esta es la oración de Jesucristo por su Iglesia: para ella ha pedido que viva la unidad, según el modelo de la unidad trinitaria. Así procuraron vivir los primeros cristianos en Jerusalén.
Conscientes de que el momento histórico que vivimos nos exige “delinear el rostro de una Iglesia viva y dinámica que crece en la fe, se santifica, ama, sufre, se compromete y espera en el Señor, queremos volver a descubrir al Señor resucitado que hoy vive en su Iglesia, se entrega a ella, la santifica y la hace signo de la unión de todos los hombres entre sí y de estos con Dios. (p. 46)
FICHA 25
“La Iglesia particular está llamada a vivir el dinamismo de comunión-misión; “la comunión y la misión están profundamente unidas entre sí, se compenetran y se implican mutuamente, hasta tal puno que la comunión representa a la vez la fuente y el fruto de la misión...siempre es el único Espíritu el que convoca y une a la Iglesia y el que la envía a predicar el evangelio hasta los confines de la tierra.
La Iglesia particular es igualmente “comunión orgánica... caracterizada por la simultánea presencia de la diversidad y de la complementariedad de las vocaciones de vida, de los ministerios, de los carismas y de las responsabilidades.” (p. 47)
FICHA 26
“La Iglesia particular, conforme a su ser y a su misión, por congregar al pueblo de Dios de un lugar o misión, conoce de cerca la vida, la cultura, los problemas de sus integrantes y está llamada a generar allí con todas sus fuerzas, bajo la acción del Espíritu, la nueva Evangelización, la promoción humana, la inculturación de la fe.” (p. 47-48)
FICHA 27
“El sacerdocio procede de la profundidad del inefable misterio de Dios. Nuestra existencia sacerdotal nace del amor del Padre, de la gracia de Jesucristo y de la acción santificadora y unificante del Espíritu Santo; esta misma existencia se va realizando para el servicio de una comunidad a fin de que todos se hagan dóciles a la acción salvadora de Cristo.” (p. 54)
FICHA 28
“Sin embargo se comprueba que la mayor parte de los bautizados no han tomado aún consciencia plena de su pertenencia a la Iglesia. Se sienten católicos, pero no Iglesia. Pocos asumen los valores cristianos como un elemento de su identidad cultural y por lo tanto no sienten la necesidad de un compromiso eclesial y evangelizador. Como consecuencia, el mundo del trabajo, de la política, de la economía, de la ciencia, del arte, de la literatura y de los medios de comunicación social no son guiados por criterios evangélicos. Así se explica la incoherencia que se da entre la fe que dicen profesar y el compromiso real en la vida.” (p. 66)
FICHA 29
“Que los bautizados no evangelizados sean los principales destinatarios de la nueva evangelización. Esta sólo se llevará a cabo efectivamente si los laicos conscientes de su bautismo responden al llamamiento de Cristo a convertirse en protagonistas de la nueva evangelización.” (p. 67)
FICHA 30
“Tanto en la familia como en las comunidades eclesiales y en las diversas organizaciones de un país, las mujeres son quienes más se comunican, sostienen y promueven la vida, la fe y los valores. Ellas han sido durante siglos “el ángel custodio del alma cristiana del continente”. Este reconocimiento choca escandalosamente con la frecuente realidad de su marginación, de los peligros a los que se somete su dignidad, de la violencia de la que es objeto muchas veces. A aquella que da y que defiende la vida, le es negada una vida digna. La Iglesia se siente llamada a estar del lado de la vida y defenderla en la mujer.” (p. 72)
FICHA 31
“110. Denunciar todo aquello que, atentando contra la vida, afecte la dignidad de la mujer, como el aborto, la esterilización, los programas antinatalistas, la violencia en las relaciones sexuales; favorecer los medios que garanticen una vida digna para las mujeres más expuestas: empleadas domésticas, migrantes, campesinas, indígenas, afroamericanas, trabajadoras humildes y explotadas. Intensificar y renovar el acompañamiento pastoral a mujeres en situaciones difíciles: separadas, divorciadas, madres solteras, niñas y mujeres prostituidas a causa del hambre, del engaño y del abandono.” (p. 74)
FICHA 32
“112. Situación. Muchos jóvenes son víctimas del empobrecimiento y de la marginación social, de la falta de empleo, de una educación que no responde a las exigencias de sus vidas, del narcotráfico, de la guerrilla, de las pandillas, de la prostitución, del alcoholismo, de abusos sexuales, muchos viven adormecidos por la propaganda de los medios de comunicación social y alienados por imposiciones culturales, y por el pragmatismo inmediatista que ha generado nuevos problemas en la maduración afectiva de los adolescentes y de los jóvenes.” (p. 75)
FICHA 33
“123. Con alegría testimoniamos que en Jesucristo tenemos la liberación integral para cada uno de nosotros y para nuestros pueblos; liberación del pecado, de la muerte y de la esclavitud, que está hecha de perdón y de reconciliación.
Jesucristo nos convoca en su Iglesia, que es sacramento de comunión evangelizadora. En ella debemos vivir la unidad de nuestras Iglesias en la caridad, comunicando y anunciando esa comunión a todo el mundo con la Palabra, con la eucaristía y con los demás sacramentos. La Iglesia vive para evangelizar; su vida y su vocación se realizan cuando se hace testimonio, cuando provoca la conversión y conduce a los hombres y a las mujeres a la salvación. Ella vive para evangelizar. “Así, pues, desde el día en que los apóstoles recibieron el Espíritu Santo, la Iglesia inició la gran tarea de la evangelización.” (p. 80)
FICHA 34
“150. Desafíos pastorales
Nuestro mayor desafío está en evaluar la acción evangelizadora de la Iglesia y determinar así a qué ambientes humanos llega y a cuuáles no llega esta acción.” (p. 92)
FICHA 35
“El sentido último del compromiso de la Iglesia con la promoción humana, predicado reiteradamente en su magisterio social, está en la firme convicción de que la genuina unión social exterior procede de la unión de los espíritus y los corazones, esto es, de la fe y de la caridad.
Con el mensaje evangeliza la Iglesia ofrece una fuerza liberadora y promotora del desarrollo precisamente porque lleva a la conversión del corazón y de la mentalidad; ayuda a reconocer la dignidad de cada persona, dispone a la solidaridad, al compromiso, al servicio de los hermanos, salvaguardando siempre la prioridad de la realidades trascendentales y espirituales, que son premisas de la salvación escatológica.” (p. 96)
FICHA 36
“La falta de coherencia entre la fe que se profesa y la vida cotidiana es una de las varias causas que generan pobreza en nuestros países, porque los cristiano no han sabido encontrar en la fe la fuerza necesaria para penetrar los criterios y las decisiones de los sectores responsables del liderazgo ideológico y de la organización de la convivencia social, económica y política de nuestros pueblos. En pueblos de arraigada fe cristiana se han impuesto estructuras generadoras de injusticia.” (p. 98)
FICHA 36
“164. Derechos humanos. La igualdad entre los seres humanos en su dignidad, por ser creados a imagen y semejanza de Dios, se afianza y perfecciona en Cristo. Desde la encarnación, al asumir el Verbo nuestra naturaleza y sobre todo su acción redentora en la cruz, muestra el valor de cada persona. Por lo mismo Cristo, Dios y hombre, es la fuente más profunda que garantiza la dignidad de la persona humana y de sus derechos. Toda violación de los derechos humanos contradice el Plan de Dios y es pecado.
165. La Iglesia, al proclamar el evangelio, raíz profunda de los derechos humanos, no se arroga una tarea ajena a su misión, sino, por el contrario, obedece al mandato de Jesucristo al hacer de ayuda al necesitado una exigencia esencial de su misión evangelizadora. Los Estados no conceden estos derechos; a ellos les corresponde protegerlos y desarrollarlos, pues pertenecen al hombre por su naturaleza.” (p. 99-100)
FICHA 38
“167. Los derechos humanos se violan no sólo por el terrorismo, la represión, los asesinatos, sino también por la existencia de condiciones de extrema pobreza y de estructuras económicas injustas que originan grandes desigualdades. La intolerancia política y el indiferentismo frente a la situación del empobrecimiento generalizado muestran un desprecio a la vida concreta que no podemos callar.” (p. 100)
FICHA 39
“Empeñarse firmemente, a la luz de los valores evangélicos, en la superación de toda injusta discriminación por razón de razas, nacionalismos, culturas, sexos y credos, procurando eliminar todo odio, resentimiento y espíritu de venganza y promoviendo la reconciliación y la justicia.” (p. 101)
FICHA 40
“Las propuestas de desarrollo tienen que estar subordinadas a criterios éticos. Una ética ecológica implica el abandono de una moral utilitarista e individualista. Postula la aceptación del principio de destino universal de los bienes de la creación y promoción de la justicia y solidaridad como valores indispensables.
Líneas indispensables. Los cristianos, como integrantes de la sociedad, no están exentos de responsabilidad en relación a los modelos de desarrollo que han provocado los actuales desastres ambientales y sociales.”
(p. 102)
FICHA 41
“171. La tierra, don de Dios. Los cristianos no miran el universo solamente como naturaleza considerada en sí misma, sino como creación y primer don del amor del Señor por nosotros.”
FICHA 42
“Estos límites en el uso de la tierra miran a preservar la justicia y el derecho que todos tiene a acceder a los bienes de la creación, que Dios destinó al servicio de todo el hombre que viene a este mundo...
173. La mentalidad propia de la visión cristiana tiene su base en la Sagrada Escritura, que considera la tierra y los elementos de la naturaleza ante todo como aliados del pueblo de Dios e instrumentos de nuestra salvación. La resurrección de Jesucristo sitúa de nuevo a la humanidad ante la misión de liberar a toda la creación, que ha de ser transformada en nuevo cielo y nueva tierra, donde tenga su morada la justicia.” (p. 105)
FICHA 43
“180. Líneas pastorales.
-Asumir con decisión renovada la opción evangélica y preferencial por los pobres, siguiendo el ejemplo y las palabras del Señor Jesús, con plena confianza en Dios, austeridad de vida y participación de bienes.
-Privilegiar el servicio fraterno a los más pobres entre los pobres y ayudar a las instituciones que cuidan de ellos, los minusválidos, enfermos, ancianos solos, niños abandonados, encarcelados, enfermos de sida y todos aquellos que requieren la cercanía misericordiosa del buen samaritano.
-Revisar actitudes y comportamientos personales y comunitarios, así como las estructuras y métodos pastorales, a fin de que no alejen a los pobres sino que propicien la cercanía y el compartir con ellos.
-Promover la participación social ante el Estado, reclamando leyes que defiendan los derechos de los pobres.” (p. 110)
FICHA 44
“182. El trabajo. Una de las realidades que más nos preocupa en nuestra tarea pastoral es el mundo del trabajo, por su significación humanizadora y salvífica, que tiene su origen en la vocación co-creadora de hombre como imagen de Dios y que ha sido rescatado y elevado por Jesús, trabajador e hijo de carpintero....
La permanente enseñanza del magisterio de la Iglesia, respecto al trabajo como clave de la cuestión social, ha sido confirmada y desarrollada en las recientes encíclicas sociales de Juan Pablo II (Laborem exercens, Sollicitudo rei socialis y Centesimus annus). Y de modo especial subraya la dimensión subjetiva del trabajo, que es la expresión más elocuente de la dignidad del trabajador.” (p. 111)
FICHA 45
“190. El orden democrático. Cristo, el Señor, enviado por el Padre para la redención del mundo, vino para anunciar la buena noticia e iniciar el Reino y mediante la conversión de las personas lograr una nueva vida según Dios y un nuevo tipo de convivencia y relación social. A la Iglesia, fiel a la misión que le otorgó su fundador, corresponde constituir la comunidad de hijos de Dios y ayudar en la construcción de una sociedad donde primen los valores cristianos evangélicos.
La Iglesia respeta la legítima autonomía el orden temporal y no tiene un modelo específico de regímen político. La Iglesia aprecia el sistema de la democracia, en la medida en que asegura la participación de los ciudadanos en las opciones políticas y garantiza a los gobernados la posibilidad de elegir y controlar a sus propios gobernantes, o bien la de sustituirlos oportunamente de manera pacífica.” (p. 114)
FICHA 46
“Por eso las enseñanza del Santo Padre señalan la necesidad de acciones concretas de los poderes públicos ara que la economía de mercado no se convierta en algo absoluto a lo cual se sacrifique todo, acentuando la desigualdad y la marginación de las grandes mayorías. No puede haber una economía de mercado creativa y al mismo tiempo socialmente justa sin un sólido compromiso de toda la sociedad y sus actores con la solidaridad a través de un marco jurídico que asegure el valor de la persona, la honradez, el respeto a la vida y la justicia por los más pobres.
196. Los ajustes económicos, aunque puedan ser beneficiosos a largo plazo, al frenar la inflación y estabilizar la economía, suelen producir un grave deterioro del nivel de vida de los pobres. Por eso, el Estado está obligado en la medida de lo posible, pero sincera y generosamente, a compensar los costos sociales de los más pobres.” (p. 116-117)
FICHA 47
“ -Fomentar la búsqueda e implementación de modelos socioeconómicos que conjuguen la libre iniciativa, la creatividad de personas y grupos, la función moderadora del Estado, sin dejar de atención especial a los sectores más necesitados. Todo esto, orientado a la realización de una economía de la solidaridad y la participación, expresada en diversas formas de propiedad.
202. -Promover relaciones económicas internacionales que faciliten la transferencia de tecnología en un ambiente de reciprocidad social.
-Denunciar aquellos mecanismos de la economía de mercado que dañan fundamentalmente a los pobres. No podemos estar ausentes en una hora en la que no hay quien vele por sus intereses...
-Reconocer el papel fundamental de la empresa, del mercado, de la propiedad privada y de la consiguiente responsabilidad para con los medios de producción, de la creatividad humana, en el marco jurídico de una justicia social.” (p. 119-120)
FICHA 48
“ 211. El matrimonio y la familia en el proyecto original de Dios son instituciones de origen divino y no productos de la voluntad humana. Cuando el Señor dice ”al comienzo no fue así”, se refiere a la verdad sobre el matrimonio, que, según el plan de Dios, excluye el divorcio.
212. El hombre y la mujer, siendo imagen y semejanza de Dios, que es amor, son llamados a vivir en el matrimonio el misterio de la comunión y relación trinitaria. Dios inscribe en la humanidad del hombre y de la mujer la vocación y consiguientemente la capacidad y la responsabilidad del amor y de la comunión. Hombre y mujer son llamados al amor en la totalidad de su cuerpo y espíritu.” (p. 123)
FICHA 49
“213. Jesucristo es la Nueva Alianza, en él el matrimonio adquiere su verdadera dimensión. Por su encarnación y por su vida en familia con María y José en el hogar de Nazaret se constituye un modelo de toda la familia. El amor de los esposos por Cristo llega a ser como el de él: total, exclusivo, fiel, y fecundo. A partir de Cristo y por su voluntad, proclamada por el apóstol, el matrimonio no sólo vuelve a la perfección primera sino que se enriquece con nuevos contenidos. El matrimonio cristiano es un sacramento en que el amor humano es santificante y comunica la vida divina por la obra de Cristo; un sacramento en el que los esposos significan y realizan el amor de Cristo y de su Iglesia, amor que pasa por el camino de la cruz, de las limitaciones, del perdón y de los defectos para llegar al gozo de la resurrección. Es necesario tener presente que entre bautizados no puede haber contrato matrimonial válido que no sea por eso mismo sacramento.”
(p. 124)
FICHA 50
“ 214. En el plan de Dios creador y redentor la familia descubre no sólo su identidad sino también su misión: custodiar, revelar y comunicar el amor y la vida, a través de cuatro cometidos fundamentales.
a) La misión de la familia es vivir, crecer y perfeccionarse como comunidad de personas que se caracteriza por la unidad y la indisolubilidad. La familia es el lugar privilegiado para la realización personal junto con los seres amados.
b) Ser como el santuario de la vida, servidora de la vida, ya que el derecho a la vida es la base de todos los derechos humanos. Este servicio no se reduce a la sola procreación sino que es ayuda eficaz para transmitir y educar en valores auténticamente humanos y cristianos.
c) Ser célula primera y vital de la sociedad. Por su naturaleza y vocación, la familia debe ser promotora del desarrollo, protagonista de una auténtica política familiar.
d) Ser Iglesia doméstica, que acoge vive, celebra y anuncia la Palabra de Dios, el santuario donde se edifica la santidad y desde donde la Iglesia y el mundo pueden ser santificados.
No obstante las graves crisis de la familia, constatamos que muchas familias latinoamericanas y del Caribe se esfuerzan y viven llenas de esperanza y con fidelidad el proyecto de Dios creador y redentor, la fidelidad, la apertura a la vida, la educación cristiana de los hijos y el compromiso con la Iglesia y el mundo.” (p. 124-125)
FICHA 51
“-La pastoral familiar no puede limitarse a una actitud meramente protectora, debe ser previsora, audaz y positiva. Ha de discernir con sabiduría evangélica los retos que los cambios culturales plantean a la familia. Ha de denunciar las violaciones contra la justicia y la dignidad de la familia. Ha de acompañar a las familias de los sectores más pobres, rurales y urbanos, promoviendo la solidaridad.” (p. 128)
FICHA 52
“ 225. Fortalecer la vida de la Iglesia y de la sociedad a partir de la familia; enriquecerla desde la catequesis familiar, la oración en el hogar, la eucaristía, la participación en el sacramento de la reconciliación, el conocimiento de la Palabra de Dios, para ser fermento en la Iglesia y en la sociedad.” (p. 129)
FICHA 53
“Nace la cultura con el mandato inicial de Dios a los seres humanos: crecer y multiplicarse, llenar la tierra y someterla. En esa forma la cultura es cultivo y expresión de todo lo humano en relación amorosa con la naturaleza y en la dimensión comunitaria de los pueblos.
Cuando Jesucristo, en la encarnación, asume y expresa todo lo humano, excepto el pecado, entonces el Verbo de Dios entra en la cultura. Así. Jesucristo es la medida de todo lo humano y por tanto también de la cultura. El, que se encarnó en la cultura de su pueblo, trae para cada cultura histórica el don de la purificación y de la plenitud. Todos los valores y expresiones culturales que puedan dirigirse a Cristo promueven los auténtico humano. Lo que no pasa por Cristo no podrá quedar redimido.
229. Por nuestra adhesión radical a Cristo en el bautismo nos hemos comprometido a procurar que la fe, plenamente anunciada, pensada y vivida, llegue a hacerse cultura. Así, podemos hablar de una cultura cristiana cuando el sentir común de la vida de un pueblo ha sido penetrado interiormente, hasta situar el mensaje evangélico en la base de su pensar, en sus principios fundamentales de vida, en sus criterios de juicio, en sus normas de acción y de allí se proyecte en el ethos del pueblo...en sus instituciones y en todas sus estructura.
Esta evangelización de la cultura, que la invade hasta el núcleo dinámico, se manifiesta en el proceso de inculturación, al que Juan Pablo II ha llamado centro, medio y objetivo de la nueva evangelización. Los auténticos valores culturales, discernidos y asumidos por la fe, son necesarios para encarnar en esa misma cultura el mensaje evangélico y la reflexión y la praxis de la Iglesia.
La Virgen María acompaña a los apóstoles cuando el Espíritu de Jesús resucitado penetra y transforma los pueblos de la diversas culturas. María, que es modelo de la Iglesia, también es modelo de la evangelización de la cultura. Es la mujer judía que representa al pueblo e la Antigua Alianza con toda su realidad cultural. Pero se abre a la novedad del evangelio y está presente en nuestras tierras como Madre común tanto de los aborígenes como de los que han llegado, propiciando desde el principio la nueva síntesis cultural que es América Latina.” (p. 132)
FICHA 54
“Es necesario inculturar el evangelio a la luz de los tres grandes misterios e la salvación: la Navidad, que muestra el camino de la encarnación y mueve al evangelizador a compartir su vida con el evangelizado; la Pascua, que conduce a través del sufrimiento a la purificación de los pecados para que sean redimidos, y Pentecostés, que por la fuerza el Espíritu posibilita a todos a entender en su propia lengua las maravillas de Dios.
La inculturación del evangelio es un proceso que supone reconocimiento de los valores evangélicos que se han mantenido más o menos puros en la actual cultura, y el reconocimiento de nuevos valores que coinciden con el mensaje de Cristo. Mediante la inculturación se busca que la sociedad descubra el carácter cristiano de estos valores, os aprecie y los mantenga como tales. Además, intenta la incorporación de valores evangélicos que están ausentes de la cultura, o porque se han oscurecido o porque han llegado a desaparecer. Por medio de la inculturación, la Iglesia encarna el evangelio en las diversas culturas y, al mismo tiempo, introduce a los pueblos con sus culturas en su misma comunidad; transmite a las mismas sus propios valores, asumiendo lo que hay bueno en ellas y renovándolas desde dentro. La fe, al encarnarse en esas culturas, debe corregir sus errores y evitar sincretismos. La tarea de inculturación de la fe es propia de las iglesias particulares bajo la dirección de sus pastores, con la participación de todo el pueblo de Dios. Los criterios fundamentales en este proceso son la sintonía con las exigencias objetivas de la fe y la apertura a la comunión con la Iglesia universal.” (p. 133)
FICHA 55
“Por el bautismo nacemos a una nueva vida y recibimos la capacidad de acercarnos al modelo que es Cristo. Caminar hacia él es la moral cristiana; es la forma de vida propia del creyente, que con la ayuda de la gracia sacramental sigue a Cristo, vive la alegría de la salvación y abunda en frutos de caridad para la vida del mundo.
Consciente de la necesidad de seguir este camino, el cristiano se empeña en la formación de la propia consciencia. De esta formación, tanto individual como colectiva, de la madurez de mentalidad, de su sentido de responsabilidad y de la pureza de las costumbres depende el desarrollo y la riqueza de los pueblos. La moral cristiana sólo se entiende dentro de la Iglesia y se plenifica en la eucaristía. Todo lo que en ella podemos ofrecer es vida; lo que no puede ofrecerse es el pecado.” (p. 134)
FICHA 56
“ 236. Se introduce como norma de moralidad la llamada ética civil ciudadana, sobre la base de un consenso mínimo de todos con la cultura reinante, sin necesidad de espetar la moral natural y las normas cristianas. Se observa una “moral de situación” según la cual algo de por sí malo dejaría de serlo de acuerdo a las personas, circunstancias e intereses que están en juego. Frecuentemente los medios de comunicación social se hacen eco de todos esos criterios y los difunden.
237. Líneas pastorales.
Trabajar en la formación cristiana de las conciencias y rescatar los valores perdidos de la moral cristiana. Volver a tomar conciencia del pecado (del pecado original y de los pecados personales) y de la gracia de Dios como fuerza para poder seguir nuestra conciencia cristiana.” (p. 136)
FICHA 57
“ 239. Presentar la vida moral como un seguimiento de Cristo, acentuando
La vivencia de las bienaventuranzas y la frecuente práctica de los sacramentos. Difundir las virtudes morales y sociales, que nos conviertan en hombres nuevos, creadores de una nueva humanidad. Este anuncio tiene que ser vital y kerigmático, especialmente donde más se ha introducido el secularismo, presentando en la catequesis la conducta cristiana como el auténtico seguimiento de Cristo. Cuidar que, en el campo moral, la justa aplicación de criterios de gradualidad no mengüe las exigencias perentorias de la conversión.” (p. 136-137)
FICHA 58
“Una meta de la evangelización inculturada será siempre la salvación y liberación integral de un determinado pueblo o grupo humano, que fortalezca su identidad y confíe en su futuro específico, contraponiéndose a los poderes de la muerte, adaptando la perspectiva de Jesucristo encarnado, que salvó el hombre desde la debilidad, la pobreza y la cruz redentora. La iglesia defiende los auténticos valores culturales de todos los pueblos, especialmente de los oprimidos, indefensos y marginados, ante la fuerza arrollador de las estructuras de pecado manifiestas en la sociedad moderna.” (p. 138-139)
FICHA 59
“ 247. Como lo ha señalado vigorosamente el Documento de Puebla, en los pueblos que son fruto del mestizaje racial se ha desarrollado una particular cultura mestiza, donde está muy vigente la religiosidad popular, como forma inculturada del catolicismo. Coexisten, sin embargo, el incumplimiento de deberes cristianos al lado de admirables ejemplos de vida cristiana y un desconocimiento de la doctrina junto a vivencias católicas enraizadas en los principios del evangelio.
En las expresiones culturales y religiosas de campesinos y suburbanos se reconoce gran parte del patrimonio cristiano del continente y una arraigada de los valores del reino de Dios.” (p. 140)
FICHA 60
1. Para con nuestros hermanos indígenas:
“ Ofrecer el evangelio de Jesús con el testimonio de una actitud humilde, comprensiva y profética, valorando su palabra a través de un diálogo respetuoso, franco y fraterno, y esforzarnos por conocer sus propias lenguas.
Crecer en el conocimiento crítico de sus culturas para apreciarlas a la luz del evangelio.
Promover una inculturación de la liturgia, acogiendo con aprecio sus símbolos, ritos y expresiones religiosas compatibles con el claro sentido de la fe, manteniendo el valor de los símbolos universales y en armonía con la disciplina general de la Iglesia.
Acompañar su reflexión teológica, respetando sus formulaciones culturales que les ayudan a dar de su fe y esperanza.
Crecer en el conocimiento de su cosmovisión, que hace de la globalidad Dios, hombre y mundo, una unidad que impregna todas las relaciones humanas, espirituales y trascendentes.” (p. 141)
FICHA 61
“250. 3. Desarrollar la conciencia de mestizaje no sólo racial sino cultural, que caracteriza a grandes mayorías en muchos pueblos. Pues está vinculado con la inculturación del evangelio.” (p. 142)
FICHA 62
“La educación es la asimilación de la cultura. La educación cristiana es la asimilación de la cultura cristiana. Es la inculturación del evangelio en la propia cultura. Sus niveles son muy diversos: pueden ser escolares o no escolares, elementales o superiores, formales o no formales, En todo caso, la educación es un proceso dinámico que dura toda la vida de la persona y de los pueblos. Recoge la memoria del pasado, enseña a vivir hoy y se proyecta hacia el futuro. Por esto, la educación cristiana es indispensable en la nueva evangelización.” (p. 149)
FICHA 63
“ Oración por la IV Conf. General del Episc. Latinoamericano
Padre santo y misericordioso,/ que diriges la historia de tus hijos de América latina,/ te damos gracias por el mensaje del evangelio,/ que desde hace quinientos años/ es proclamado en este continente de la Esperanza./ Gracias, Padre, por el don de la fe en Jesucristo,/ único Salvador de los hombres;/ por la implantación de tu Iglesia santa/ en nuestros pueblos,/ al amparo maternal de la Virgen María./ Mira propicio a quienes/ has puesto como Pastores de tu Iglesia,/convocados para la IV Conferencia General/ del Episcopado Latinoamericano en Santo Domingo;/ envía sobre ellos tu Espíritu de sabiduría y amor/ para que guíen a tu pueblo/ por los caminos de la nueva evangelización,/ de manera que el nombre de tu Hijo amado/ esté presente/en el corazón y en la vida de todos/los latinoamericanos.
Consolida la identidad cristiana de nuestras/ comunidades, fortalece la fe en tu Iglesia santa,/ católica y apostólica,/ acrecienta la comunión de todos, Pastores y fieles,/ con el sucesor de Pedro.
Preserva en cada familia el don de la vida/ que de Tí procede/ y defiende nuestro continente de la violencia/ y signos de muerte./ Haz que nos comprometamos en la promoción/ integral de todos nuestros hermanos,/ especialmente de los más pobre y desamparados;/ que todas las culturas se abran al mensaje del/ evangelio, y se instaure en los corazones/ y en la sociedad la civilización del amor,/ de la solidaridad y de la paz./ Bajo la mirada misericordiosa de María./ Te lo pedimos, Padre, por tu Hijo Jesucristo,/ en la unidad del Espíritu Santo./ Amén.
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